Raffles 1887
El Ayurveda está en auge. Hoy más que nunca, en este mundo en constante cambio, hay motivos suficientes para que esta rica filosofía de la India de 5000 años de antigüedad sea tan necesaria. La experta en bienestar KATE O'BRIEN describe cómo sus doctrinas de la calma y su farmacia herbal ofrecen una sabiduría atemporal para el bienestar holístico.
ALREDEDOR DEL 70 % de la población india utiliza principios ayurvédicos para sus necesidades de atención médica primaria, y el número de seguidores sigue en aumento en otras partes del mundo. Ayurveda, nombre para el que una traducción aproximada sería la “ciencia de la vida”, está arraigado en el mundo natural y está diseñado para reconectarnos con los elementos que nos rodean y fluyen a través de nuestras mentes, cuerpos y seres.
Si bien los orígenes exactos del Ayurveda siguen siendo inciertos, se cree que existe desde la época de la civilización del Valle del Indo en el sur de Asia. La historia relata que los antiguos rishis (hombres de sabiduría) en el Himalaya, entristecidos por el sufrimiento de la humanidad, se unieron para orar y meditar, e invocaron al maestro divino para que ayudara a aliviar la difícil situación del hombre. Sus plegarias fueron escuchadas y los rishis fueron iluminados con el don de sanar enfermedades, aliviar el sufrimiento y fomentar el crecimiento espiritual.
Estas doctrinas son los pilares de los Vedas, los textos fundamentales de la India, siendo el Atharva Veda el primer relato documentado del Ayurveda. De aquí, y de otros escritos antiguos, surgió la medicina ayurvédica que, con el paso de los siglos, ha absorbido muchas influencias para convertirse en lo que es hoy.
"No importa en dónde se encuentre en India, ya sea en una concurrida esquina de la ciudad o en los spas y resorts de los destinos principales, verá a personas haciendo fila por hierbas, aceites y masajes ayurvédicos revitalizantes"
Al reconocer la importancia de la sanación integral del cuerpo en un mundo en rápida transformación, el Congreso Nacional de India recientemente comenzó a financiar programas de formación universitaria en medicina ayurvédica. En la actualidad, no importa en dónde se encuentre en India, ya sea en una concurrida esquina de la ciudad o en los spas y resorts de los destinos principales, verá a personas haciendo fila por hierbas, aceites y masajes ayurvédicos revitalizantes
Tras haber pasado tiempo en India y trabajado con expertos en el Ayurveda, he logrado cosechar los beneficios del Ayurveda por muchos años. Cuanto más profundizaba, más me convencía de que estas ricas enseñanzas podrían ayudar en todas las áreas de mi vida. Aunque no soy fanática y no vivo completamente en sintonía con los ritmos de la naturaleza, me alimento según las estaciones y uso muchas de las hierbas del Ayurveda, especialmente ashwagandha, cúrcuma (preparada en un tónico con una pizca de pimienta y agua tibia) y curris muy picantes recién cocinados.
Soy una apasionada del yoga, y lo practico casi todas las mañanas, aunque sea solo por 15 minutos, pero generalmente por más tiempo. Cuando se me presenta un desafío, en lugar de dejar que un nudo en el estómago me invada y que la tensión aumente, hago una pausa para respirar profunda y lentamente hasta que siento que todo mi cuerpo se relaja. Solo entonces me enfoco en el problema que tengo delante mío. Y les aconsejo a mis hijos que hagan lo mismo. La mayoría de las veces, me dicen que no funciona, pero sé que mientras sigan dejando que su respiración los guíe, si funcionará.
Fundamental para el concepto de Ayurveda es el prana, la energía que impulsa la vida y anima nuestros cuerpos y almas (similar al Qi en la medicina tradicional china). En esencia, el prana es el sabio que nos guía y la mano firme y constante que nos impulsa hacia delante. En su esencia, el Ayurveda se basa en que el cuerpo tenga el equilibrio correcto de los fundamentos básicos de la naturaleza: tierra, fuego, agua, aire y espacio, que se expresan en las tres doshas: vata, pitta y kapha. Si conoce su dosha tendrá su receta única para la salud y la vitalidad. Por ser del tipo vata, ahora entiendo por qué mi cuerpo es tan receptivo al shirodhara: el goteo lento de aceites medicados sobre mi tercer ojo en la frente. Mi cabeza se siente inmediatamente más liviana y libre, y a medida que el tratamiento avanza, esta sensación de bienestar penetra en mi cuerpo, mientras también me nutre la piel y el cabello.
Uno de los principales atractivos del Ayurveda es que no promueve ni prescribe píldoras; simplemente nos guía hacia una comprensión más profunda de nosotros mismos. Lo que lo distingue es que no es un modelo idealista e igual para todos. Reconoce que cada uno de nosotros es una entidad viva única con una energía vibracional inimitable, y las recetas se adaptan para ayudarnos a vivir más en sintonía con quienes realmente somos.
"En las cocinas de toda India, la comida es medicina y cada raíz tiene innumerables beneficios para la salud que, en última instancia, ayudarán a reequilibrar las doshas descarriadas y restaurar el fuego metabólico (agni) en el cuerpo"
Durante una visita típica, el médico ayurvédico primero le tomará el pulso (que hay muchos) y sutilmente sintonizará con su ser interior, antes de prescribir programas personalizados que combinan masajes para equilibrar la energía y aliviar el estrés con descanso, yoga, ejercicios de respiración, hierbas y comidas específicas de la dosha según la temporada. En las cocinas de toda India, la comida es medicina y cada raíz tiene innumerables beneficios para la salud que, en última instancia, ayudarán a reequilibrar las doshas descarriadas y restaurar el fuego metabólico (agni) en el cuerpo.
Y cuando la vida nos desestabiliza, como suele suceder, estas enseñanzas ofrecen soluciones confiables para levantarnos nuevamente, al darnos cuenta de que los obstáculos son lecciones que, en última instancia, nos ayudarán a vivir de una manera más plena y significativa. La verdadera belleza del Ayurveda es que nos devuelve nuestro poder, de modo que no necesitamos buscar fuera de nosotros mismos. Todo lo que necesitamos ya está dentro de nosotros: la medicina preventiva en su máximo esplendor. Finalmente, el mundo en general está despertando.
LA FARMACIA EN LA COCINA
Las hierbas ayurvédicas son algo habitual en las cocinas de todo el mundo, y aquí le presentamos tres de las más populares para fortalecer el sistema inmunológico y mantener el cuerpo vibrante, nutrido y saludable a cualquier edad.
TULSI O ALBAHACA MORADA
Conocida como la “reina de las hierbas”, la albahaca sagrada (Ocimum tenuiflorum) es un tónico para el cuerpo, la mente y el espíritu. Se recomiendan diferentes partes de la planta para tratar diversas afecciones, desde bronquitis y otros problemas respiratorios hasta problemas estomacales, picaduras de insectos y náuseas.
ASHWAGANDHA
A veces llamada ginseng indio, esta potente raíz (Withania somnifera) es conocida por rejuvenecer el sistema nervioso, aliviar el estrés y mejorar el sueño, entre muchos otros beneficios.
CÚRCUMA
La curcumina es el ingrediente activo de la cúrcuma (Curcuma longa) y es uno de los antiinflamatorios y antioxidantes más poderosos de la naturaleza, que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y proteger el cuerpo y la mente en cada etapa de la vida
Kate O’Brien trabaja, vive y respira salud y bienestar Con 25 años de experiencia en la industria del bienestar, escribe para numerosas publicaciones de renombre mundial y es autora de nueve libros. También es instructora de yoga especializada y una apasionada defensora del Ayurveda.
@kateobrienwellness