Raffles 1887
Otrora al borde de la extinción, la tortuga gigante de Aldabra se ha convertido en un ejemplo del éxito en los esfuerzos de conservación, gracias en parte a organizaciones como la Indian Ocean Tortoise Alliance (IOTA). Estos extraordinarios reptiles encarnan el espíritu de resiliencia de las Seychelles y la esperanza para el futuro, relata el director de proyecto de la IOTA, RICH BAXTER.
Una de las cosas sorprendentes que se pueden aprender sobre las tortugas gigantes de Aldabra es que pueden flotar, y lo hacen muy bien. Se dispersaron originalmente desde Madagascar, navegaron por las corrientes oceánicas hasta las Seychelles, donde se establecieron en las islas y se convirtieron en las tortugas gigantes que vemos hoy.
También son resistentes: una tortuga en Aldabra, que estaba comiendo hojas de mangle, fue arrastrada por la marea y barrida hacia el océano Índico; apareció seis semanas después en las costas de Tanzania. Sobrevivió a la aventura al ralentizar su metabolismo, una habilidad que ayuda a las tortugas gigantes de Aldabra a sobrevivir largos períodos sin comida ni agua.
Desafortunadamente, esta habilidad para sobrevivir llamó la atención de los primeros marineros que exploraban nuevas tierras y rutas comerciales alrededor de las islas del océano Índico occidental. A lo largo del siglo XIX, las tortugas gigantes que una vez se encontraban en muchas islas de las Seychelles fueron recolectadas y almacenadas en barcos, lo que llevó a su extinción en todas las islas, excepto en una.
"Aldabra es donde se encuentran los últimos ejemplares de un linaje de tortugas gigantes que solían vagar por las islas de Madagascar, Mauricio, Reunión y Seychelles. Desempeñan un papel fundamental en la configuración del paisaje, ya que benefician a todas las especies que habitan allí. Las llamamos las ingenieras del ecosistema"
Un factor clave para su supervivencia fue su hogar, el atolón de Aldabra, ahora un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO y una de las joyas de las Seychelles (si no del mundo). Aldabra es donde encontrará los últimos ejemplares de un linaje de tortugas gigantes que solían vagar por las islas de Madagascar, Mauricio, Reunión y Seychelles. En Aldabra, su número asciende a cientos de miles, lo que crea una biomasa por hectárea mayor que todos los elefantes de África. Con esta gran población, desempeñan un papel fundamental en la configuración del paisaje de su remoto hogar, ya que benefician a todas las especies que habitan allí. Por este motivo, las llamamos las ingenieras del ecosistema.
"Raffles tiene su propio santuario de tortugas en Praslin, donde cuenta con 11 tortugas gigantes de Aldabra adultas rescatadas y dos crías"
Desde Aldabra, las tortugas han sido enviadas a todo el mundo y se han convertido en embajadoras de la increíble fauna silvestre que se puede encontrar en las Seychelles y de los exitosos esfuerzos de conservación que ha logrado el país. Organizaciones como la Indian Ocean Tortoise Alliance (IOTA) desempeñan un papel clave en este esfuerzo. La organización colabora con otras organizaciones y hoteles como Raffles Seychelles, que cuenta con su propio santuario de tortugas en Praslin con 11 tortugas gigantes de Aldabra adultas rescatadas y dos crías, para llevar a cabo investigaciones e iniciativas de colaboración comunitaria que garanticen la supervivencia a largo plazo de estos icónicos reptiles.
La IOTA se centra en reinsertar a las tortugas en islas que alguna vez habitaron, lo cual es vital para proteger ecosistemas insulares saludables. Sus habilidades de ingeniería crean hábitats diversos al mantener las hierbas cortas, alterar los suelos, mover semillas y hacer grandes cantidades de deposiciones con nutrientes. Otros animales pueden acceder a su alimento más fácilmente, como el tordo de Seychelles, que da pequeños saltos mientras sigue a las tortugas en movimiento para alimentarse de los insectos que quedan al descubierto por su enorme pisada.
"Estas gigantescas criaturas ocupan un lugar especial en el corazón de los habitantes de las Seychelles"
Como director de proyecto de una organización de conservación de tortugas gigantes, estoy infinitamente cautivado por las tortugas gigantes de Aldabra, que son íconos de la conservación del archipiélago de Seychelles. Estas gigantescas criaturas, famosas por su tamaño colosal y longevidad, ocupan un lugar especial en el corazón de los habitantes de las Seychelles. Son reliquias vivientes de una era pasada, al encarnar el espíritu de resiliencia y adaptación que define el pasado de las Seychelles y da optimismo para su futuro.
LA VIDA EN UN RITMO (MUY) PAUSADO
Larga vida
El animal terrestre más longevo del mundo es una tortuga gigante de Aldabra llamada Jonathon, que vive en Santa Helena y, según los registros, tiene 192 años.
Tamaño
Viejo no significa grande. Las tortugas grandes son simplemente aquellas que han comido mucho. Pueden pesar hasta 350 kg y alcanzar más de un metro.
Almas sensibles
A pesar de su exterior duro y resistente, las tortugas gigantes de Aldabra son sensibles al tacto y no hay nada que les guste más que un buen masaje en el cuello.
Huevos
Las tortugas hembras ponen entre ocho y 20 huevos por temporada en un pequeño nido. Las crías salen del cascarón después de tres meses y deben valerse por sí solas.
Nadadoras
A pesar de ser gigantes de movimiento lento en tierra, las tortugas de Aldabra son muy buenas nadadoras y pueden cruzar aguas poco profundas para ir de una isla a otra.
Ingenieras
Sus hábitos de alimentación y dispersión de semillas ayudan a mantener la biodiversidad de su hábitat.
Energía solar
Sus caparazones evolucionaron para resistir la depredación y proporcionar protección contra peligros ambientales, pero son muy sensibles al tacto. Obtienen energía de los rayos del sol que reciben en sus caparazones.
Comunicación
Muy pocos reptiles tienen comunicación vocal, pero las tortugas gigantes de Aldabra machos emiten fuertes sonidos para atraer a las hembras.
Anillos de edad
Al igual que los anillos de los árboles, los anillos de crecimiento en sus caparazones nos permiten saber sobre su edad e historia ambiental.
Sobrevivientes
Sobrevivir en las inclemencias del atolón de Aldabra requiere habilidades de supervivencia, y las tortugas tienen muchas. Pueden beber por la nariz, pero también pueden absorber agua a través de la cola y almacenarla durante muchos meses.
Rich Baxter es director de proyecto de la Indian Ocean Tortoise Alliance (IOTA), donde lidera proyectos para repoblar islas con tortugas gigantes de Aldabra y restaurar hábitats críticos en las islas. Rich ha trabajado en islas remotas de Seychelles y Mauricio, donde su fascinación por las tortugas gigantes y su forma de sobrevivir en la vida insular no ha parado de crecer.
Imagen principal fotografiada por Rich Baxter